¿Universidad Central convertida en cárcel?

¿Universidad Central convertida en cárcel?

Es incomprensible cómo uno de los centros de educación superior más importantes del país se ha convertido en un centro de represión y persecución política a estudiantes, maestros, trabajadores, en lugar de ser un centro de desarrollo de ciencia y tecnología

A partir del 2009, año en el que Edgar Samaniego asumió el rectorado de la Universidad Central, ésta se convirtió en un centro de persecución a todos aquellos que no acatan las “reglas del rector”. Desde el 2009 más de 200 personas son objeto de sumarios administrativos, de los cuales alrededor de 70 son estudiantes.

Ese proceso se ha agudizado, expresión de ello es la detención de 4 estudiantes universitarios el día jueves 9 de febrero en horas de la mañana en la Facultad de Comunicación Social, quienes permanecieron en las salas de detención universitaria desde las 7 de la mañana hasta la 1 de la tarde. Ricardo Naranjo Primer Secretario del FRIU de la Universidad Central, y uno de los detenidos, dijo que “habíamos desarrollado una actividad propia de nuestra organización, pero esta la realizamos fuera de las instalaciones de la universidad, sin embargo al ingresar por la FACSO para dirigirnos a nuestras facultades somos detenidos por la Guardia Universitaria; luego el rector nos amenazó con seguir acciones y nos acusó de pillos. Hemos ya interpuesto nuestra denuncia contra este acto”.

El rector Edgar Samaniego ha desplegado todos sus esfuerzos por perseguir a todos aquellos que no están de acuerdo con su gestión y ha descuidado el desarrollo de la ciencia y la tecnología al punto que, durante todo el 2011, la universidad no produjo ningún proyecto científico y tecnológico.

Pero los problemas no terminan ahí, producto de la ineficiente gestión de Samaniego, la universidad perdió 19 millones de dólares en el 2011, ya que no fueron invertidos en ningún proyecto o actividad, por lo que debieron ser devueltos al Estado, y con el recorte de presupuesto de 9 millones para este año, el déficit presupuestario se ha incrementado. Frente a estos hechos surgen interrogantes ¿Cuál es el rol de la Universidad Central y su máxima autoridad? ¿perseguir a estudiantes, docentes y trabajadores o hacer de esta un centro que genere ciencia?, además ¿en qué se invierten los recursos? ¿en más presupuesto para la guardia universitaria y sus instalaciones o en los proyectos de las distintas facultades?

Ineficacia y parcialidad en los órganos de justicia

Caso Edison Cosíos

Ineficacia y parcialidad en los órganos de justicia

El jueves 15 de septiembre del 2011, en medio de las movilizaciones estudiantiles desplegadas por los estudiantes secundarios en rechazo a la aplicación del Bachillerato Genera, Edison Cesios -estudiante del Colegio Mejía- fue herido por el impacto de bomba en su parietal izquierdo; al cabo de 6 meses de hospitalización los médicos afirman que “se ha hecho todo lo medicamente posible, pero que su caso es irreversible”.

El estudiante que permaneció durante dos meses en el Hospital Espejo, fue trasladado en el mes de octubre al Hospital de los Valles, y en todo este tiempo ha sido sometido a 10 operaciones; la última realizada en el mes de febrero, tras la cual los médicos recomendaron a sus familiares que sea trasladado a su casa, ya que no se podía hacer nada más. Frente al delicado estado de Edison, Vilma Salgado, su madre. Afirmó que “desgraciadamente esa es la realidad que padece mi hijo, queremos darle mucho amor en nuestra casa”.

Sin embargo, en el ámbito judicial este hecho represivo se mantiene estancado, A pesar de que en el proceso de indagación previa que emprende la Fiscalía se determinó que el Tnt. Hernán Salazar fue el responsable del manejo del arma con la que fue herido Edison Cosíos, aquel se encuentra libre y el proceso detenido al cabo de seis meses del hecho.

Eso demuestra -una vez más- la ineficacia y parcialidad del sistema de justicia hacia el gobierno y quienes trabajan para éste. En seis meses no se ha podido juzgar un acto del cual se conoce al responsable, sin embargo cuando se trata de hechos que perjudican o afectan “la moral y el buen nombre” de Correa la justicia sí actúa de manera inmediata.

Sebastián Carvajal, Presidente del Consejo Estudiantil del Colegio Mejía, afirma que “el caso de nuestro compañero Edison Cosíos es una muestra de la represión policial y del gobierno de Correa, que descaradamente acusó a nuestros maestros del hecho, cuando conocemos que quien disparó el arma fue un agente policial, que actúa bajo una orden superior. Correa busca que este acto quede en la impunidad y que nos olvidemos de lo que pasó, cree que con dinero se puede corregir lo sucedido. Claro que no presidente, los estudiantes, los mejías exigimos justicia y retomaremos las calles para que se encarcele al responsable y que el pueblo conozca que ese acto es responsabilidad de su represivo régimen”.