Represión, muestra de la prepotencia de Correa

Represión, muestra de la prepotencia de Correa

Las distintas expresiones de lucha desarrolladas por los estudiantes secundarios en rechazo a la aplicación del bachillerato general han generado un fuerte proceso represivo contra la juventud por parte del gobierno de Correa.

La arremetida del régimen contra los estudiantes ha sido diversa pero incesante. Las distintas movilizaciones fueron fuertemente reprimidas por el gobierno, expresión de ello son los más de 20 heridos, sin embargo hoy también se busca sancionar a los dirigentes estudiantiles, a los jóvenes rebeldes que han promovido el debate y han conducido a sus compañeros al rechazo de la política improvisada de Correa.

En las manifestaciones el ejecutor de la represión fue la Policía Nacional, cuyos miembros ordenados desde “arriba” dispararon al cuerpo de los manifestantes en repetidas ocasiones y en los distintos escenarios en los que se desenvolvió la lucha juvenil, expresándose una clara violación a los derechos humanos, a convenios y acuerdos internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y a los principios sobre el uso de la fuerza y las armas de fuego.

A la violenta represión que ha provocado víctimas que todo el país conoce, se suman las amenazas de Correa emitidas el 17 de septiembre en su cadena sabatina, como la de “poner mano dura a cualquiera de los ‘vándalos’”, a los que se encuentre protestando por sus derechos. Por supuesto el Ministerio de Educación y todo su aparataje han acatado de forma obediente las órdenes del Presidente, los funcionarios ministeriales se han trasladado a los colegios a exigir a las autoridades educativas la separación de los dirigentes estudiantiles de los colegios, así ha ocurrido con 6 educandos del Instituto Central Técnico, a los cuales con oficios y llamados de atención desde la inspección y rectorado se les ha amedrentado.

También han buscado reprimir a Verónica Piedra, estudiante del Colegio Manuela Cañizares y secretaria nacional de la FESE, por haber sido parte de una marcha en rechazo al proyecto de bachillerato; Luciano Gallardo, estudiante del Colegio Mejía, quien fue parte de la delegación de estudiantes que conversó con el secretario del Presidente, Gustavo Jalkh, fue amedrentado por este último. Luciano nos dijo que “el secretario de Gobierno me dijo no te metas en problemas muchacho ya les tenemos fichados a tí y a al resto de sus compañeros en los diferentes colegios”

A ello se suma que a las afueras de colegios rondan una serie de agentes policiales que hostigan permanentemente a los estudiantes. David Carvajal, estudiante del colegio Montufar, denuncia que “policías de civil han estado a la hora de salida, tomando fotos y buscando información de quiénes son los dirigentes en la bronca”.

Todas estas acciones no son aisladas unas de otras, sin duda existe una dirección del gobierno de perseguir a los estudiantes que protestan, y estas son coordinadas y organizadas por el Ministerio de Educación y la Policía Nacional. Pero, ¿Con estas acciones estas instituciones cumplen sus funciones reales? El ministerio es el encargado de delinear la política educativa del país y resolver los problemas que existe en este aspecto, la Policía debe procurar dar seguridad al pueblo, pero ninguno de las dos cumple sus funciones, las dos instituciones se han dedicado a perseguir a los estudiantes evidenciando un alto grado de represión a la juventud, una criminalización de la lucha social y el alto carácter represivo del gobierno.