La crisis del capitalismo y sus efectos en el mundo se agudizaron en este 2011, las movilizaciones, protestas y tomas de plazas que emprendieron los pueblos y la juventud los convirtieron en actores fundamentales de una lucha intensa, contra los regímenes y políticas antipopulares exigiendo democracia, libertad y mejores condiciones de vida.
El primer país en movilizarse fue Túnez, que junto al movimiento de izquierda permitió el derrocamiento del dictador Zine el Abidinee Ben Ali; para el 14 de enero el centro de lucha fue Egipto contra el gobierno de Mubarak, quien dejó el poder a pesar de la ayuda que recibía del imperialismo norteamericano, bajo la presión de los trabajadores, la juventud y los obreros que en las calles exigían su salida.
Mientras un domingo 15 de mayo los jóvenes llamados a sí mismos los “indignados” llenaron por completo la Puerta de Sol y 150 plazas de España, reunidos bajo el clamor de una “democracia real ya”. A pesar de intentar ser desalojados por la fuerza pública, los jóvenes confiesan no tener más miedo, “La voz del pueblo, no es ilegal”, gritaron los manifestantes tras conocer esta noticia. Se dieron cuenta de que la falla, no es la economía, no es la corrupción, es el sistema capitalista que desata la infame dictadura que descarga la crisis sobre los hombros del pueblo desencadenando la INDIGNACION de España.
La educación fue el derecho que encendió a Sudamérica, los estudiantes secundarios de Argentina fueron los primeros que a nivel del Cono Sur encendieron masivas movilizaciones en Buenos Aries expandiéndolo al resto del país, las mismas que no cesaban pusieron en alerta al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El Chile la represión del gobierno atizó los ánimos de los estudiantes y trabajadores en los que fue reprimida con brutalidad, al mejor estilo Pinochet, el movimiento estudiantil convocó a una doble jornada de movilización nacional para el 18 y 19 de octubre, y realizaron manifestaciones en diferentes ciudades del país, con el fin de exigir una educación de calidad y gratuita, contemplando medidas nuevas como el “cacerolazo”, llegando ya a 7 meses de protesta continua.
Para septiembre cientos de jóvenes estadounidenses llenaron la zona de Trinity Place en Nueva York, reunidos bajo las consignas “basta de corrupción”, “frenen los recortes”, y “no comercialicen nuestro futuro”. A pesar de los desalojados por la fuerza pública a las afueras del Wall Street Center. No hay fuerza que oprima la voz de los jóvenes y por ello numerosos simpatizantes de todas las edades actuaron a favor de "una sociedad nueva que dé prioridad a las personas por encima de los intereses económicos y políticos”.
La juventud se convirtió en el 2011 en ejemplo de combate. Las amenazas y demás atentados contra la libertad no menoscabaron el espíritu rebelde de los jóvenes, mucho menos han logrado amedrentar su energía emancipadora. España, Grecia, Libia, Inglaterra, Chile y EEUU se levantaron y lo siguen haciendo los jóvenes encienden la llama de la protesta y los trabajadores y los pueblos se suman y le dan fuerza a la lucha para continuar en busca de más altas victorias.
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